La EM es una enfermedad neurológica del sistema nervioso central, el cual está formado por el cerebro y la médula espinal. El cerebro contiene fibras nerviosas que están protegidas por la mielina: un material graso que aísla los nervios y actúa de manera muy similar a la cubierta de un cable eléctrico. Esta cubierta permite que un nervio transmita sus impulsos rápidamente para realizar movimientos suaves, rápidos y coordinados con poco esfuerzo consciente.
La EM resulta de un ataque del sistema inmunitario a la mielina debido a que este, por error, no la reconoce y en consecuencia le provoca cicatrices (esclerosis). Cuando la mielina se daña, la capacidad de los nervios para conducir impulsos eléctricos desde y hacia el cerebro se interrumpe, y esto produce la aparición de síntomas. Los procesos de desmielinización y cicatrización aparecen en diferentes momentos y zonas, de allí el nombre de esclerosis múltiple.
El diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado permiten retrasar la progresión de la enfermedad. La EM afecta mayormente a jóvenes entre 18 y 40 años. Es 3 veces más frecuente en mujeres y es rara tanto en niños como en adultos mayores de 65 años. Más de 2.800.000 personas en todo el mundo tienen esclerosis múltiple.
Los investigadores aún no saben por qué motivo el sistema inmunitario ataca a la mielina. Se piensa que, por un lado, la existencia de factores genéticos, aunque no hereditarios, podría generar cierta predisposición, y por otro, algunos factores ambientales también podrían tener influencia. De todos modos, no hay nada que la persona haga para causar la esclerosis múltiple y nada puede hacer para prevenirla.